Como ya se está haciendo costumbre, el Comité de Apoyo trabajó exahustivamente y con una gran organización que se inició días atrás contactando a diversos proveedores y vigilando que todo estuviera a tiempo y en orden. Tanto las señoras, con sus detalles culinarios y sus cálculos de cantidades, como la disposición de ánimo de don Carlos Villalobos, fueron fundamentales para que todo saliera a las mil maravillas.
En las imágenes vemos cómo también se integraron a la actividad algunos estudiantes que ofrecieron su trabajo voluntariamente y gran espíritu de servicio para recaudar fondos para la generación. Ellos fueron, Paula Sánchez, ayudando en las cuentas, las ventas y el rótulo; Sofía Villalobos, quien siempre con su sonrisa atendía a los acalorados clientes; Francisco Villalobos y Luis Carlos Navarro, los fuertes trabajadores a prueba de frío que sufrieron el congelamiento de sus brazos; Paola Herrera y Paola Granados, las contadoras del día, con un orden extraordinario de las cuentas, y el apoyo de Gloriana Villalobos, quien se multiplicaba para cubrir diferentes servicios. Ay, y Cristina Jiménez, que se me olvidó nombrar su valioso trabajo y ahora está resentida conmigo!!!
Deliciosos tamales, repostería, picadillo, brownies y empanaditas de pollo colmaron los paladares de los abuelitos y nietos, quienes hicieron comentarios muy positivos al respecto.
Muchísimas gracias a todos los que ayudaron a que esta actividad fuera un éxito.
